jueves, 24 de diciembre de 2015

En passion






"Soy un cadáver. No, eso es demasiado melodramático. No soy ningún cadáver. Pero no me respeto. Ya sé que parece absurdo y pretencioso. La mayoría de la gente no tiene una gran autoestima. Humillados, ahogados y escupidos. Están vivos y eso es lo único que saben. No conocen otra alternativa. Pero aunque la conocieran, jamás lucharían por ella. ¿Se puede enfermar de humillación? ¿O es una enfermedad que todos padecemos? Se nos llena la boca hablando de libertad. ¿La libertad no es un veneno para los humillados? ¿O es sólo una droga que usan para poder soportar su humillación? Ya no lo aguanto más. Me he rendido. No lo soporto más. Los días pasan. Me ahogo con la comida que trago, la mierda que echo y las palabras que digo. Con la luz que me grita todas las mañanas que me levante. Con los sueños que me persiguen. O con la oscuridad repleta de fantasmas y recuerdos. ¿Nunca te has fijado en que cuanto peor está una persona menos se queja? Se quedan muy silenciosos. Aunque sean seres vivos con nervios y ojos. Vastos ejércitos de víctimas y ahorcados. La luz que se alza y cae, pesadamente. El frío llega. La oscuridad. El calor, el olor. Todos se quedan callados. Ya no podemos irnos. Es demasiado tarde. Todo llega demasiado tarde"

Andreas Winkelman,
En Passion - Ingman Bergman 




















Respirar.

jueves, 27 de agosto de 2015

Dolor de una sola boca ávida.



Dolor de una sola boca ávida

                                                                                "Un ala las mantiene en su palma
                                                                                  una risa les derriba"
                                                                                                                       Paul Éluard


Mira en el centro de la punta
el iceberg que pugna por hundirse,
ningún paño de agua fría evita el deshielo
ni ayudan mis manos destempladas.

De nada sirve resguardarse junto al eje,
el hielo sucio me quema desde dentro,
el mar está llegando a la garganta.

Qué pequeños son los naúfragos
cuando los cuerpos hacen de vela
y no hay rumbo, sólo olas.

Inmensidad azul
a ratos opaca
a ratos tan brillante.

Me alcanza
me rompe.



lunes, 5 de enero de 2015

Dirección indefinida

Estaba escribiendo un poema,
nada del otro mundo,
palabras bien y mal situadas.
Sin querer optimicé el móvil,
se me ha borrado.
Una lástima.
Ahora me he quedado parada,
pensando, si como mi poema,
borrarme y optimizarme.

Todo para ir más rapido,
a ninguna parte.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Quiero que la gente parezca flores

Sería estupendo cambiar las sonrisas falsas, las miradas de envidia, las caras de asco, las actitudes despreciativas, el odio soterrado bajo capas de amargura y desdén, cambiar todo eso por alegres florecillas.

Me entran ganas de convertir a la humanidad en un campo de flores, bellas e inocentes. Propongo un suicidio colectivo, o si no me encargo yo, y tal vez  amigos de confianza, del homicidio. Y nos reencarnaríamos en flores, imagen de la naturaleza que destrozamos día a día. El problema es que ni siquiera bajo figura tan dulce nos contendríamos, nos reduciríamos a una apariencia.

Habría peleas por ser la flor más bonita, todos querrían ser las flores más populares. Casi nadie querría ser un cardo borriquero. Habría mucha demanda de algunas y otras quedarían casi olvidadas.
Así, los que no lograsen ser su flor deseada se alzarían, indignados, y habría una guerra civil de las flores.

Los insectos aprovecharían la confusión y esclavizarían a las flores, para sacar más polen del negocio y beneficiarse suciamente. Y las flores seguirían muriendo.

Quizás propusiese otro homicidio, digo floricidio colectivo, y nos reencarnaríamos en caracoles. A lo mejor así seríamos felices con nuestras conchas y siendo hermafroditas. O sería todo una confusión. No sé.

Lo que sí tengo claro, es que somos extrañas y perversas criaturas, y no nos bastaría con destruirnos y destruir el mundo una vez, sino que necesitaríamos que pereciese varias veces, a cada cual más absurda. C'est la vie.